Según el estudio, realizado por el College of Agriculture and Life Sciences de la Universidad de Arizona, en la mayoría de los casos, esto se debe a que los dueños de los teléfonos no se lavan bien las manos después de usar el lavabo, informa el USA TODAY.
Además la mayoría de los dispositivos móviles son manipulados cada día durante horas y por lo general no se desinfectan, a diferencia de los retretes que sí se limpian con regularidad.
De todas maneras, hay buenas noticias: es casi imposible contagiarse de una infección a través de nuestros propios teléfonos, ya que la persona y el gadget tienen el mismo tipo de bacterias y microbios. Sin embargo, la infección sí se transmite cuando se hace uso de los celulares de otras personas.