"Hay que entender si debemos solucionarlo a nivel federal, o se trata de una cuestión que entra en la competencia de las autoridades regionales, pero el Kremlin carece por el momento de un enfoque único", declaró Peskov.
El portavoz destacó que el uso del velo islámico en los centros educativos se discute en muchos países, y por el momento no se ha llegado a una opinión única.
"Rusia es un país multinacional y multiconfecional, (…) pero, al mismo tiempo, Rusia es un Estado laico, realidad que quedó plasmada en nuestra Constitución", subrayó el político.
El uso de vestimentas religiosas en las escuelas desató acalorados debates en la sociedad rusa en más de una ocasión.
La provincia de Stávropol, en el sur del país, fue la primera en vetar el llamado velo islámico (hiyab) en los colegios, una decisión ratificada por el Tribunal Supremo de Rusia en 2013.
La polémica se reavivó en enero de 2017, después de que la ministra rusa de Educación, Olga Vasílieva, afirmara que el auténtico creyente no se empeña en resaltar su fe con atributos.
Vasílieva recordó, además, que la enseñanza en Rusia es laica, declaración que provocó el desconcierto del presidente de Chechenia, Ranzán Kadírov.
El Parlamento checheno defiende que en las escuelas los alumnos puedan llevar, por ley, un hiyab, una cruz o una kipá, de acuerdo con sus creencias religiosas.