"Con la operación Corsario III se desarticula una de las herramientas de guerra del Frente Nororiental del ELN", dijo Villegas en una alocución televisada.
Villegas precisó que la labor de las Fuerzas Militares en conjunto con la policía ha permitido reducir la capacidad de ataque del ELN, la última guerrilla activas del país y del hemisferio luego de que las FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia) firmaron el Acuerdo Final de Paz con el Gobierno el pasado noviembre y ahora está en vías de desmovilización y desarme.
La operación militar debilitó así al ELN en "su capacidad para volar el oleoducto (Caño Limón-Coveñas, estatal), para mantener su presencia en los cultivos ilícitos, para poner minas antipersonal y para secuestrar y extorsionar", precisó Villegas.
Tanto el Gobierno como el ELN mantienen diálogos de paz públicos desde el pasado 8 de febrero en Quito, los cuales se han desarrollado en medio de tensiones por actos de violencia reiterados por parte de esa guerrilla, que pidió al Ejecutivo implementar un cese del fuego bilateral durante el tiempo que tomen las negociaciones.
El Gobierno, sin embargo, ha desistido de esa posibilidad, y ha dicho que sólo adoptará un cese del fuego bilateral cuando el ELN deje en libertad a todos los secuestrados que tiene en su poder y cese los atentados contra la infraestructura del país, a lo cual se ha negado el grupo insurgente.