"Resulta absolutamente necesario… que el régimen venezolano cese inmediatamente todo acto de represión violatorio de derechos por parte de las fuerzas de seguridad del Estado y de los grupos civiles de choque que responden al oficialismo en Venezuela", señaló Almagro en un comunicado publicado en el sitio web de la OEA.
El secretario general del organismo regional hizo estas declaraciones en referencia a los hechos que se registraron el jueves durante la movilización opositora, a la cual le fue impedido el paso al centro de Caracas, donde se encontraba una concentración oficialista.
Al respecto, el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, ha asegurado que los "pequeños focos de violencia" que se presentaron durante las manifestaciones en la capital, fueron controlados bajo dentro del marco de la Constitución.
Sin embargo, en el comunicado Almagro insiste en que las detenciones de 30 personas durante las manifestaciones del jueves, se registraron "en forma absolutamente arbitraria e indiscriminada, como una muestra más de autoritarismo".
El secretario general hace referencia al asesinato de Jairo Ortiz, de 19 años, quien murió de un disparo en el pecho la noche del jueves, en el municipio Carrizal del estado Miranda (norte), durante una protesta opositora.
"Este crimen debe llamar a la democracia en el país, a hacer justicia, a superar la ignominia de la cobardía de sus asesinos", dijo.
Almagro también se refirió a la responsabilidad que a su entender tienen los militares.
"Se trata de un autoritarismo que se escuda en las fuerzas armadas que, lejos de actuar como las fuerzas del orden, actúan como las fuerzas de la represión y del terror", agregó.
Además, acusa al presidente Maduro de "incitar al odio mediante la represión" e insiste que en Venezuela no existe un estado de derecho y que "se violan metódicamente los derechos humanos".
Recientemente, el secretario general de la OEA publicó un informe sobre la situación de Venezuela en la que asegura que en ese país no existe una democracia e insta a los demás miembros a aplicarle la Carta Democrática Interamericana.
Tras este texto, de 75 páginas, se han realizado dos sesiones del Consejo Permanente de la OEA para abordar la situación de Venezuela: en la primera se llamó al diálogo responsable, y en la segunda se adoptó una resolución en la que se consideran los últimos acontecimientos en Venezuela como una ruptura del orden constitucional.
Asimismo, se insta al Gobierno a asegurar la plena restauración del orden democrático, la separación de poderes y el Estado de derecho.
La resolución fue adoptada por consenso de los 21 países presentes, con cuatro abstenciones.
Dicha sesión se realizó contra la voluntad de la presidencia y vicepresidencias del cuerpo, ejercidas por Bolivia y Haití respectivamente, algo que fue calificado por Maduro como un golpe de Estado a la institucionalidad de la organización hemisférica.