"Los nuevos bombardeos únicamente perjudican a los civiles sin abonar a solución alguna", dijo Cuevas, presidenta de la comisión senatorial encargada de vigilar la política exterior del Gobierno de México, al referirse a los casi 60 misiles crucero Tomahawk lanzados por EEUU contra Siria la madrugada del viernes 7 de abril.
"La solución al conflicto en Siria requiere de diálogo y conciliación entre los actores sirios", prosiguió la senadora Cuevas.
Los actores del pueblo y Gobierno sirios "son quienes deben llegar a un acuerdo y definir el rumbo de su país", advirtió la legisladora.
Por el contrario, "la intervención de otros países ha cobrado vidas y desplazado a millones de personas".
"Es urgente que se retome el diálogo en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (ONU)", prosiguió la senadora en declaraciones a esta agencia.
Los gobiernos y parlamentos de los países "deben instar a todas las partes a encontrar una pronta solución, de lo contrario la crisis humanitaria será cada vez más grave", dijo la congresista al referirse a la cifra de muertos en torno a los 400.000, estimada en abril del año pasado por el enviado especial de la ONU para el conflicto de Siria, Staffan de Mistura.
El Gobierno mexicano de Enrique Peña Nieto, junto con sus homólogos de Argentina, Chile, Colombia, México, Paraguay, Perú y Uruguay, manifestaron el viernes su "profunda preocupación ante la escalada de violencia en Siria y condenan de manera enérgica el inhumano empleo de armas químicas en aquella nación en contra de población civil, en particular niños".
Sin embargo, se abstuvieron de condenar a EEUU por el ataque.
Tampoco acusaron a Siria por el presunto uso de armas químicas, pero reclamaron respeto al derecho internacional y soluciones en el marco de la ONU.