Estas amenazas, como las recientemente lanzadas por el grupo extremista Daesh (autodenominado Estado Islámico y proscrito en Rusia y otros muchos países), "nunca se han consumado (así como tampoco) se ha confirmado una amenaza terrorista que llegue a EEUU desde la frontera sur con México", dijo Conde Zambada, miembro del Sistema Nacional de Investigadores de México.
"Todo lo contrario, la frontera con EEUU se ha consolidado con una larga colaboración muy importante de todo el aparato de seguridad y migratorio, que desde hace décadas ha considerado una prioridad apoyar los esfuerzos encabezados por Washington en la zona", dijo el experto, coordinador y coautor del libro "Siria en el torbellino de Oriente Próximo", presentado en octubre pasado.
La semana pasada, el jefe del Comando Sur de las Fuerzas Armadas de EEUU, Kurt Tidd, advirtió en un extenso informe ante un comité del Senado sobre las posibles amenazas hemisféricas que Daesh podía intentar radicalizar a ciertos sectores y aprovechar las rutas y estructuras del crimen organizado para ingresar a EEUU a través de su frontera sudoccidental, con México
"Los Estados que por ahora no se han enfrentado a la amenaza directa de Daesh, incluso América Latina y los países del Caribe, podrían convertirse en el futuro en una zona de tránsito en el marco de una esquema de rutas compuestas", dijo Feoktístov.
Peor para Conde Zambada, "estas versiones se han repetido en varias ocasiones, sobre todo cada vez que EEUU tiene algún tipo de preocupación de seguridad, y alertan a México para vigilar su frontera sur y otros países de América Latina".
El celo antiterrorista de México
Los terroristas nunca han entrado por México porque "este país históricamente ha sido celoso en sus políticas migratorias, aún antes de los fenómenos de migración y narcotráfico, que son de naturaleza diferente; no hay registros ni nada que sustentes las advertencias", prosiguió Conde Zambada.
"No solo ha sido un éxito de los aparatos de inteligencia, son los propios terroristas que no buscan siquiera pasar por México, porque han llegado directamente a EEUU o han entrado por la frontera de Canadá, y no es que las autoridades canadienses lo hayan permitido", acotó.
Eso se explica por las propias motivaciones de las organizaciones extremistas, dijo.
En México, desde hace muchos años, las supuestas amenazas terroristas por la vecindad con EEUU son una constante, y la realidad siempre termina por descartarlas.
El presidente de EEUU, Donald Trump, las ha desempolvado con virulencia, justificando así un muro fronterizo, observó el investigador.
Los únicos registros oficiales notables fueron un intento de formar una célula de la organización fundamentalista islámica libanesa Hizbulá en Tijuana, presuntamente para asesinar al embajador de Arabia Saudita en EEUU, cuyos responsables fueron detenidos por agentes del Gobierno de Felipe Calderón (2006-2012).
El segundo fue una operación secreta de los hijos del líder libio de Muamar Gadafi que resultó desmantelada, tras el derrocamiento y asesinato del padre en octubre de 2011.