Con esta prórroga, que entrará en vigor el 19 de abril, Turquía cumplirá un año bajo el estado de emergencia declarado tras una intentona golpista militar del 15 de julio pasado.
Bajo el estado de emergencia, las autoridades turcas tienen amplios poderes para tomar decisiones como el despedido de funcionarios, la confiscación de sus bienes, o las detenciones de sospechosos de estar implicados en la organización del golpe frustrado.
Según el Gobierno turco, el principal cerebro de aquella asonada fue el opositor Fethullah Gulen, quien rechaza de plano todas las acusaciones desde su autoexilio en EEUU.