El complejo sistema de disuasión electrónica basado en el uso de interferencias que utiliza Rusia es capaz de inutilizar barcos de guerra norteamericanos y desde radares hasta satélites, informa el Daily Mail.
Ya tuvo lugar un incidente en 2015 ocurrido en el Mar Negro en el que el destructor estadounidense Donald Cook quedó a la deriva después de que un avión de ataque supersónico Sukhoi Su-24 equipado con el sistema de interferencias Jibiny pasase por allí.
El destructor estaba equipado con tecnología de punta: el sistema de protección norteamericano contra interferencias Aegis, que resultó inútil.
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"Cuando el avión ruso pasó por la zona de influencia del barco, comenzaron a pasar cosas extrañas en nuestros sistemas informáticos. El orgullo de nuestra flota nos dejó en ridículo", comenta un tripulante del Donald Cook para el Daily Mail.