El Ejecutivo de Letonia prohibió esta semana a los puertos del país participar en el tendido de la tubería que busca conectar a Rusia y Alemania por el fondo del mar Báltico.
"El Gobierno letón se opone al proyecto Nord Stream 2 porque apoyarlo supondría contradecir los principios básicos de su política exterior orientada a la cooperación con los países de la UE y la OTAN", dijo Rinkevics.
El puerto de Ventspils y sus dos terminales Noord Natie Ventspils y Eurohome Latvija habían recibido la propuesta de tomar parte en la construcción de la infraestructura.
Además, alegó que una eventual autorización letona habría sembrado discordia entre los países de la región y dañaría la confianza por parte de la UE y la OTAN.
El jefe de la diplomacia letona cuestionó también al director del puerto y alcalde de la ciudad, Aivars Lembergs, quien afirmó que el Ministerio de Exteriores no quiere que Letonia participe en el proyecto porque Polonia lo había pedido.
"El Ministerio de Exteriores ni el Gobierno letón promueven los intereses de otros países", dijo Rinkevics.
"Si los puertos de Suecia, Dinamarca, Finlandia, Estonia, Lituania y Letonia, renuncian a las propuestas de cooperación, el proyecto se hará más caro y menos rentable, es por eso que debemos oponernos por todos los medios", dijo.
La infraestructura que conectará a Rusia y Alemania por el fondo del mar Báltico fue concebida para diversificar las rutas del suministro de gas a Europa y elevar la seguridad energética.
Gazprom, las alemanas E.ON y BASF, la anglo-neerlandesa Shell, la austriaca OMV y la francesa ENGIE firmaron el 4 de septiembre de 2015 un acuerdo para construir dos líneas para transportar 55.000 millones de metros cúbicos de gas al año.
Algunos países de la UE se pronunciaron en contra del tendido de la tubería: en particular, a finales de 2015 Letonia, Lituania, Estonia, Polonia, Hungría, Rumanía y Eslovaquia enviaron una carta a Bruselas, señalando que la implementación de ese proyecto aumentaría la dependencia de Europa del gas ruso.
Moscú por su parte sostiene que el Nord Stream 2 es un proyecto exclusivamente comercial, y, según recalcó el primer ministro ruso, Dmitri Medvédev, en caso de realizarse, "beneficiaría a todos sus participantes".