"El nivel de incerteza es menor y los indicadores de riesgo están mejor (que en el primer trimestre de 2016); eso se refleja en la confianza del consumidor, que es un elemento importante para entender la evolución de los gastos de viajes internacionales", aseguró el jefe del Departamento Económico del Banco Central, Tulio Macel, al presentar los datos en rueda de prensa.
Además de los factores internos vinculados a la crisis política y económica brasileña, otro factor que explica el aumento del gasto exterior es la caída del precio del dólar, que está más barato que en 2016, a pesar del aumento del 0,57 registrado en marzo, que dejó la equivalencia del real brasileño en 3,13 unidades por dólar.
Por otro lado, el gasto de los extranjeros en Brasil también aumentó: en el pasado mes de marzo se dejaron en el país 650 millones de dólares, frente a los 597 millones de dólares del mismo mes del año pasado.
Sin embargo, si se comparan los dos primeros trimestres la cifra de gasto es la misma: 1.840 millones de dólares, según los datos facilitados por el Banco Central.
El aumento del gasto exterior de los brasileños sería una de las señales de la incipiente recuperación de la economía brasileña.
La semana pasada la Asociación Brasileña de Empresas Aéreas informó que la demanda de vuelos domésticos creció un 5,9 por ciento en marzo de este año respecto a marzo de 2016, siendo éste el primer resultado positivo en los últimos 20 meses.
Brasil está saliendo de la recesión económica más grave de su historia reciente: en el bienio 2015-2016 el Producto Interno Bruto (PIB) se contrajo 7,2 por ciento, pero las autoridades esperan que 2017 finalice con un crecimiento del 0,7 por ciento.
