"Está en interés de Alemania y de Europa que la Unión Europea y Turquía no se den la espalda definitivamente", dijo Merkel en una entrevista al grupo mediático RND.
Merkel además recordó los comentarios críticos de la Comisión de Venecia del Consejo de Europa en relación a la reforma constitucional que se prepara a implantar Ankara.
El referendo constitucional celebrado el 16 de abril abrió la puerta a la reforma de la Carta Magna que otorga amplios poderes ejecutivos al presidente de Turquía y convierte el país en una república presidencialista tras las elecciones de 2019.
El cargo de primer ministro queda eliminado a la vez que el presidente de la nación podrá promulgar decretos con fuerza de ley, declarar el estado de excepción, designar vicepresidentes, ministros y otros altos cargos del Gobierno y no estará obligado a suspender la filiación política como sucede ahora.
Se trata del cambio político más importante desde los tiempos del fundador del moderno Estado turco, Mustafa Kemal Atatürk.
Las relaciones entre Alemania y Turquía se agravaron después del arresto a finales de febrero del periodista alemán de origen turco Deniz Yücel en Estambul, bajo la acusación de pertenecer a una organización terrorista y de propaganda del terrorismo.
Merkel, exigió al Gobierno de Recep Tayyip Erdogan que liberara a Yücel y respetara la libertad de prensa.
Poco más tarde, Alemania bloqueó varias intervenciones de los políticos turcos en su territorio de cara al referendo constitucional, a lo que Erdogan respondió comparando las políticas de Berlín con "las prácticas de los nazis en el pasado", provocando un gran descontento en Alemania.