"Turquía es consciente de que sería una línea roja… No es un diálogo constructivo sino un intento de dejar al país fuera del diálogo", señaló el secretario de Estado adjunto de la Cancillería, Kaan Esener.
"Hemos hecho nuestros deberes de casa", afirmó.
El presidente del Parlamento Europeo, Antonio Tajani, dijo a finales de abril que la UE no pretende cerrar la puerta a los turcos, "un pueblo amigo con el que se busca el diálogo" y tampoco asume una actitud islamófoba, pero reinstaurar la pena de muerte "estaría en la línea roja".
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Turquía abolió la pena capital en 2002, pero el actual mandatario turco, Recep Tayyip Erdogan, anunció en reiteradas ocasiones la intención de restablecerla.
Según las previsiones, Erdogan podría promover ahora otro plebiscito sobre la reintroducción de la pena de muerte.
Turquía es candidata al ingreso en la UE desde 1999 y en 2005 entabló negociaciones formales para la incorporación, que se vieron bloqueadas más de una vez por las discrepancias entre las partes.
