La encuesta ("Armed Conflict Survey 2017") del IISS "utiliza cifras cuyo origen se desconoce, refleja estimaciones basadas en metodologías inciertas y aplica términos jurídicos de manera equivocada", dijeron en una respuesta conjunta las secretarías (ministerios) de Relaciones Exteriores y de Gobernación (Interior) de México.
Las conclusiones del IISS sede en Londres "no tienen sustento en el caso de México", dice el comunicado enviado a la prensa extranjera acreditada.
El de "México es un conflicto marcado por la ausencia de artillería, tanques o aviación de combate", dijo el martes el director del IISS, John Chipman, en la presentación del informe en Londres.
De acuerdo con el sondeo del Instituto, 23.000 personas fueron asesinadas en México el año pasado y el número de homicidios creció en 22 de los 32 estados de la federación mexicana.
El reporte "señala de manera irresponsable la existencia de un 'conflicto armado (no internacional)' en México", replicó el Gobierno mexicano.
La definición de conflicto armado interno es incorrecta, señala el primero de los cuatro argumentos de la repuesta.
"La existencia de grupos criminales no es un criterio suficiente para hablar de un conflicto armado no internacional", respondió el Gobierno mexicano.
Asimismo, las dos secretarías mexicanas rechazan que se emplee como criterio para llegar a esa conclusión el masivo despliegue de militares en tareas de seguridad pública.
El Gobierno de México considera que tampoco es criterio suficiente el uso de las Fuerzas Armadas para mantener el orden dentro del país, dice el comunicado conjunto.
Conflictos incomparables
El documento de la Cancillería que encabeza Luis Videgaray y del despacho encargado de la política interior de Miguel Ángel Osorio critica que el IISS busque "dar un tratamiento similar a naciones con fenómenos completamente diferentes".
Los fenómenos de violencia en México y otros países "no son comparables ni medibles entre sí", señala el comunicado.
En el informe de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) de 2014 (el reporte internacional más reciente), México está lejos de ser uno de los países más violentos del mundo, alegan los dos ministerios.
En América Latina, Honduras, Venezuela, Belice, Colombia o Brasil registran tasas de homicidios por cada 100.000 habitantes de 90,4; 53,7; 44,7 30,8; y 25,2, respectivamente, alega el Gobierno mexicano citando un informe de la ONU.
Mientras México tuvo una tasa de 16,4 homicidios por 100.000 habitantes, "muy por debajo de muchos países de la región", alega el Gobierno de Enrique Peña Nieto.
En cuanto a la violencia relacionada con el crimen organizado, "es un fenómeno regional, que va más allá de las fronteras que México comparte con Estados Unidos, Guatemala y Belice, entre muchos otros países".
Este asunto está conectado con otros fenómenos, que no conciernen solo a México, como el tráfico de armas y la demanda de drogas, dice el segundo argumento oficial.
"El combate al crimen organizado transnacional debe analizarse de manera integral", alega el comunicado.
La directora del informe del IISS que causó el rechazo mexicano, Anastasia Voronkova, relacionó la espiral de violencia en este país con "varios factores", entre los que destacó la lucha de poder entre las bandas de narcotraficantes y deficiencias en la seguridad estatal.
El tercero de los cuatro argumentos esgrimidos por México descalifica la estimación total de homicidios dolosos de 2016 que adelanta el IISS, porque las estadísticas oficiales aún no han sido publicadas por el organismo federal que se ocupa de ellas.
Al Gobierno mexicano también le parece "inverosímil" la suposición que hace el estudio, al considerar que todos los homicidios que tuvieron lugar en México están "relacionados con el combate a las organizaciones criminales".
Esas estadísticas de homicidios dolosos incluyen casos de muertes por riñas y por armas blancas, muertes asociadas a la comisión de delitos del fuero común, así como aquellas producto de conflictos vecinales o comunitarios, entre otras.
Por lo tanto "el reporte parte de una base errónea y carente de rigor técnico", reprochan los despachos de Exteriores e Interior.
"Partiendo de cifras correctas, sería viable hacer comparativos por tasas para así tomar en cuenta las diferencias en el número de habitantes de los países", como hace la ONU, concluye el comunicado.
