Según un vídeo publicado por el medio Anna News, efectivos del Ejército Árabe Sirio, que se encontraban rodeados por los yihadistas en las afueras de Deir Ezzor, usaron lanzagranadas antitanques —que tienen un peso de hasta 57,6 kilogramos y están equipados con una mira telescópica de 4,2x— con el fin de atacar las posiciones de los extremistas.
Esta arma entró en servicio en 1963, pero todavía se usa activamente en los conflictos en Oriente Próximo. Tiene una velocidad de disparo de hasta 700 metros por segundo, lo que permite aumentar la precisión del proyectil. La granada PG-9B tiene un alcance de perforación de blindaje de hasta 400 milímetros, suficiente para atacar cualquier tipo de tanque o vehículo blindado.
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El lanzagranadas SPG-9 tiene un alcance de 1.300 metros y una capacidad para cuatro personas, puede trasladar el arma a grandes distancias.
