El reciente lanzamiento del misil balístico por Corea del Norte, cuya meta es tantear la respuesta de Estados Unidos, puede socavar la estabilidad política interior de Washington, adelanta la nota.
Según Nihon Keizai, esto quiere decir que las contramedidas de Trump respecto a Corea del Norte serán limitadas.
Los medios estadounidenses informan que el portaviones nuclear USS Ronald Reagan se está dirigiendo rumbo a la península de Corea para sumarse al grupo de USS Carl Vinson que ya está en la región.
Los militares estadounidenses desplegarán dos portaviones en mar de Japón, lo que significa que habrá una situación extraordinaria en la región. Entretanto, Corea del Norte afirma que percibe tal acción como presión militar.
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"Los últimos acontecimientos coinciden con el viaje de Trump al extranjero. El dirigente estadounidense visita Arabia Saudí, Israel y asiste a la reunión de los líderes de los países miembros de la OTAN. El 26 de mayo en Italia arranca la cumbre del G7, a la que asistirá el primer ministro japonés Shinzo Abe. Las acciones de Pyongyang serán una ducha de agua fría para todos estos eventos", detalló el autor de la nota.
Se agrega que pese a todo, Corea del Norte "necesita un diálogo con la Administración Trump para prolongar la vida al régimen de Kim Jong-un".
Pyongyang quiere que Washington lo reconozca como una potencia nuclear, pero EEUU nunca lo hará, observa el autor. Las discrepancias existen ya desde hace 20 años y "no parece que las partes lleguen a un acuerdo a corto plazo", concluyó.
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