Los datos de la Oficina Nacional de Estadísticas (ONS, por sus siglas en inglés) muestran un descenso neto de 84.000 respecto al año anterior, con un total de 588.000 inmigrantes y 339.000 emigrantes en 2016.
"El cambio en la migración neta fue liderado por un incremento estadísticamente importante de emigrantes (salidas de residentes), particularmente ciudadanos de la UE", señala el instituto.
La victoria del Brexit en el referéndum de junio de 2016, unido a la incertidumbre sobre los derechos que conservarán los residentes europeos al final del proceso, comienza a dar un vuelco en las estadísticas de migración.
El llamado grupo EU8 —nacionales de los países del Este adheridos en 2004— es donde más impacto está teniendo el Brexit, de acuerdo con las estimaciones del ente oficial independiente.
"Los ciudadanos EU8 han liderado en parte los cambios con una caída en inmigración de 25.000 hasta los 48.000 en 2016", señala la nota de la ONS.
"Esto resultó en el más reducido dato estimado de migración neta desde que los EU8 se unieron a la UE en 2004", puntualiza la agencia.
La migración neta sigue sin embargo muy por encima del objetivo inferior a 100.000 individuos anuales que la primera ministra, Theresa May, ha renovado en el manifiesto del Partido Conservador.
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El euroescéptico UKIP ha prometido reducir la migración neta a cero en un periodo de cinco años en el programa electoral publicado el 25 de mayo.