El III Foro Económico de Yalta supo reunir a un gran número de políticos y empresarios. Las autoridades crimeas están atrayendo inversiones extranjeras a la región de la mejor forma posible.
Tres años después de la reunificación con Rusia, Crimea está lista para un "boom económico", pero las sanciones occidentales contra Rusia todavía están vigentes y hacen imposible cualquier inversión extranjera en la península, afirma el rotativo.
"Actualmente se prohíbe invertir y vender o transferir tecnología [a Crimea]. Cualquier violación podría acarrear sanciones legales, especialmente para los inversores europeos", comenta el abogado francés Pierre-Emmanuel Dupont a Les Echos.
Sin embargo y a pesar de las sanciones, muchas empresas rusas y europeas ya están preparando su proyecto en Crimea.
"Crimea es como Niza hace 50 años. ¡El potencial es enorme! Por ahora debemos respetar las sanciones, pero deberíamos comenzar a considerar lo que podemos hacer cuando llegue el momento", dice Jean-Pierre Thomas, empresario francés.
En el foro de Yalta también participó un grupo de políticos y empresarios italianos.
"Las sanciones no pueden evitar que construyamos fuertes lazos políticos", dice Edoardo Rixi, consejero de economía de la región italiana de Liguria.
Según Rixi, las alianzas comerciales con Crimea, especialmente con sus puertos, podrían ser prometedoras para Liguria.
"Crimea no nos interesaba cuando era parte de Ucrania. Pero ahora se ha convertido en la entrada al mercado ruso", dice Rixi.
Varias empresas francesas, entre las que se incluyen algunas turísticas, de cosmética y de desarrollo urbanístico, también están interesadas en hacer negocios en Crimea, explica el rotativo. De hecho y a pesar de las sanciones, algunos productores agrícolas de Crimea ya han comenzado a trabajar junto con socios extranjeros a través de terceros para comprar equipamiento.
Además de las sanciones, el aislamiento logístico de la península es también un problema. Pero será resuelto cuando el puente de Crimea se haya construido, explica Les Echos.
La construcción del puente, que cruzará el estrecho de Kerch para conectar la península de Crimea con el resto de Rusia, fue propuesta por el Gobierno ruso y se espera que tenga lugar entre 2018 y 2020. Incluirá una autopista de cuatro carriles y un ferrocarril de dos vías. Sus 19 kilómetros de longitud harán de esta maravilla de la construcción el puente más largo del país.
