"El creciente número de muertos y heridos civiles causados por ataques aéreos en Deir Ezzor y Al Raqa sugiere que no se han tomado suficientes precauciones en los ataques", dijo Al Hussein.
"Los civiles siempre deben estar protegidos, ya sea en áreas controladas por el Estado Islámico o por cualquier otra parte", insistió.
Un comunicado publicado en el sitio web de ACNUDH señala que, según los reportes, 23 campesinos, entre ellos 17 mujeres, murieron el 14 de mayo en un bombardeo de la aldea de Akershi, en la provincia de Al Raqa.
El 16 de mayo, los ataques aéreos sobre Albo Kamal, una ciudad de la provincia de Deir Ezzor controlada por Daesh, habrían matado a 59 civiles, incluyendo 16 niños y 12 mujeres, además de dejar heridos a otros 70.
También en la provincia de Hama murieron 36 civiles después de que Daesh lanzara el 18 de mayo un ataque a Aqareb, una aldea controlada por las fuerzas gubernamentales.
Muchos fallecieron bajo el fuego cruzado, o por disparos de francotiradores, pero algunos fueron degollados.
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El Observatorio Sirio de Derechos Humanos, grupo que trata de documentar desde el Reino Unido las víctimas del conflicto en Siria, informó el 26 de mayo que los ataques aéreos sobre la ciudad de Al Mayadin, en la provincia de Deir Ezzor, habrían quitado la vida a unos 50 personas en las últimas 24 horas, incluyendo 35 civiles y familiares de combatientes del Estado Islámico.