El personal del museo halló al animal tumbado en el suelo de la habitación. Según creen, el pulpo logró bajar la rejilla protectora.
"Los pulpos no tienen esqueleto, por lo cual pueden pasar a través de cualquier hueco que es un poco mayor que la base del cuerpo del animal", explicó la representante del acuario, Elena Molchánova.
El animal, que no sufrió daños tras su fuga, fue devuelto al oceanario. Estos animales son capaces de permanecer sin agua y oxígeno hasta 18 horas.