Mario Díaz, uno de los físicos participantes del proyecto y director del Centro de Astronomía de Ondas Gravitacionales de la Universidad de Texas del Valle de Río Grande, lo explica en exclusiva para Sputnik.
Esta tercera detección ha permitido 'observar' la fusión de dos agujeros negros que resultó en un único agujero negro de una masa igual a la de 49 soles juntos. Los agujeros negros originales tenían, respectivamente, una masa de 31 y 20 veces la masa del Sol. En la fusión se liberaron en forma de energía ondulatoria el equivalente a dos veces la masa de una estrella como nuestro Sol.
¿Pero por qué es importante este nuevo descubrimiento? LIGO ha operado los detectores avanzados desde setiembre del 2015 a enero del 2016, y luego en una segunda campaña del 30 de noviembre del 2016 a la fecha (con una interrupción de algunas semanas). Detectó dos colisiones durante la primera campaña, y habría sido sorprendente si durante lo que va de esta segunda no hubiera habido otra detección.
Más aquí: Hubble revela la última 'víctima' de un agujero negro en el centro de la galaxia
El choque de agujeros negros parece ser una realidad relativamente frecuente si uno considera una fracción del universo algo más grande que las galaxias que nos rodean. Lo interesante es que los agujeros negros detectados parecen ser algo más 'pesados' de lo que se esperaba.
Las estrellas pueden ser mucho más grandes y pesadas que nuestro Sol. ¿Cuánto más? Bastante más, decenas de veces más. Pero cuanto más masivas son las estrellas más rápido consumen el gas del que están formadas en su núcleo. El núcleo de las estrellas, debido a las tremendas presiones y temperaturas generadas por la atracción gravitacional, es esencialmente una bomba de hidrógeno en equilibrio. La fuente de energía de las estrellas es el proceso de fusión de átomos de hidrógeno, el material primigenio y primordial, elemento químico más simple, en átomos de helio más pesados. Cuando se acaba el hidrógeno, las estrellas atraviesan por convulsiones cataclísmicas, crecen en volumen y producen, por fusión de gases más pesados como el helio, elementos aún más pesados. Eventualmente, el proceso de fusión se para y la gravedad gana la batalla, produciendo el colapso de todo el material de la estrella.
No se lo pierda: 'Rápido y furioso': NASA muestra el viaje acelerado de un agujero negro
Para estrellas como nuestro Sol, ese colapso las puede reducir a un objeto compacto del tamaño de la Tierra: esas estrellas o cadáveres de estrellas se llaman enanas blancas. Si la masa es mayor a la masa del Sol hasta un par de veces, el colapso produce una estrella de neutrones, un objeto aún mucho más compacto, de unos 10 kilómetros. ¿Qué pasa si la masa es de algo más que dos veces la masa del Sol? Todo indica que la gravedad es suficiente para que toda la masa de esta estrella muerta sea aún más compacta que una estrella de neutrones: el resultado es un agujero negro.
La respuesta depende de cómo se forman los agujeros negros. ¿Se la pasan chocando y formando agujeros negros más grandes? ¿O solo se forman en medios densos con muchas estrellas? Hasta ahora hemos encontrado agujeros negros algo más pesados de lo que se esperaba.
Hay mucho por aprender sobre la evolución de nuestro universo y de las estrellas contenidas en él. LIGO no solo ha comprobado que la teoría de Einstein es correcta. Al poder escuchar la 'música' del universo, estamos empezando a descifrar su contenido, a entender su historia.
La analogía es válida: las frecuencias detectadas corresponden a los rangos de lo que nuestros oídos pueden escuchar. Las ondas gravitacionales son vibraciones en el espacio-tiempo, en ciertos aspectos más similares al sonido que a la luz.
LA OPINIÓN DEL AUTOR NO COINCIDE NECESARIAMENTE CON LA DE SPUTNIK Y LOS TEXTOS ESTÁN AUTOEDITADOS POR LOS PROPIOS BLOGUEROS