Guerra de clases: trabajadores chilenos en conflicto con la sueca de la moda H&M

Tras una jornada de protestas con mucho ruido en el shopping más emblemático de la capital chilena, el Costanera Center, los funcionarios de la multinacional sueca H&M fueron prohibidos de ingresar al centro comercial, según denunció su sindicato en un comunicado. Sputnik acompañó la manifestación de los trabajadores en huelga, cargados con bocinas, silbatos y pancartas frente a una de las tiendas más lucrativas de la cadena de ropas en el mundo.

"H&M es una multinacional y casualmente esa tienda en el Costanera Shopping tiene ganancias superiores a las de 15 tiendas de la marca en Suecia. Siendo el local que más vende mundialmente, con un ingreso monstruoso registrado en enero, ellos no quieren que sus empleados tengan mejores condiciones laborales, con un sueldo decente", explicó a Sputnik el funcionario Victor Escobar.

De acuerdo con el Diario Financiero de Chile, las cuatro tiendas H&M en el país sudamericano son las más lucrativas de toda la cadena en el mundo. Este año, la multinacional sueca amplió su presencia en América Latina con la apertura de dos tiendas en Colombia. México y Perú completan el mercado regional. En todo el planeta, hay más de 4.400 establecimientos H&M en 66 países, según su página web.

​Entre las reivindicaciones, los trabajadores reclaman que el reajuste salarial sea calculado conforme las ganancias de H&M en Chile. La huelga ya dura una semana y ha logrado la adhesión de cerca de 500 trabajadores sindicalizados, informó Escobar. El funcionario chileno remarcó que la empresa ha rechazado varias propuestas del gremio en el marco de la negociación colectiva, por lo que resolvieron llamar la atención de los clientes a través de una protesta pacífica.

La ocupación de las entradas de la tienda en el shopping fue insistente y tuvo lugar dos veces en el mismo día, el 3 de junio, un sábado, que suele ser importante para el comercio. En el comunicado difundido en las redes sociales, el sindicato anunció que la iniciativa tuvo repercusión y que el barullo efectivamente provocó que muchos consumidores desistieron de comprar en el lugar.

​"Tenemos jornadas de trabajo excesivas, de 45 horas semanales, atendemos a más de 25.000 personas, turistas y chilenos. Pasamos todo el día trabajando en pie adentro de la tienda, no hay aire acondicionado y cuando es invierno no hay calefacción. Lo que estamos pidiendo es para la mejora de nuestro trabajo", concluyó Escobar.