"Tenemos previsto completar en 2020 el rearme de nuestro Ejército con los misiles Iskander-M y el sistema múltiple de lanzamiento de cohetes Tornado-S", dijo el teniente general Mijaíl Matveevski, jefe del Mando de Artillería.
Rusia desplegó precisamente estos misiles en su flanco oeste para hacer frente a una concentración de tropas de la OTAN cerca de sus fronteras.
El Tornado-S está dotado de cohetes de alta precisión con un alcance de hasta 120 kilómetros.
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Su nuevo sistema automatizado de dirección de tiro le permite disparar desde varias baterías y simultáneamente obtener datos sobre los blancos a atacar.
El Ejército recibió en diciembre pasado el primer lote de los lanzacohetes Tornado-S, en total planea adquirir 700 unidades.