El arma ha sido modificada siguiendo las sugerencias de los miembros de los servicios especiales y se usará en operaciones antiterroristas y de seguridad. El Tochnost ya ha superado las pruebas de funcionamiento en condiciones ambientales extremas y se estima que entre en servicio para el año 2020.
Según informó con anterioridad el director general del Instituto central de investigación de ingeniería de precisión, Dmitri Semizórov, el arma estará formada exclusivamente por componentes de producción rusa. El responsable añadió que el primer lote de prueba será entregado durante el 2017 al Servicio Federal de Protección —organismo encargado de proteger a los altos funcionarios del país—.
El nuevo rifle está diseñado sobre la base del T-5000, pero se le han hecho más de 210 modifcaciones. El modelo Tochnost puede usarse tanto con balas convencionales como perforantes.