Omran Daqneesh es un chico sirio cuya fotografía se convirtió en 2016 en un símbolo de la trágica situación de la infancia en el país árabe. El pequeño acaparó la atención de los medios de comunicación después de que las imágenes de sus lesiones, causadas supuestamente por un ataque ruso a la localidad de Alepo, se hicieran virales en internet.
Más tarde, en una entrevista, la periodista Christiane Amanpour le mostró una foto de Omran Daqneesh al canciller ruso, Serguéi Lavrov, afirmando que se trataba de "un crimen contra la humanidad".
"Christiane Amanpour, la estamos esperando a usted en Alepo", anunció la representante del Ministerio de Exteriores ruso.
Zajárova ofreció a la periodista ir a Siria para realizar una "entrevista de verdad, no una falsa" a la familia Daqneesh, si es que encuentra "valor y ética para hacerlo".
El padre de la víctima, Muhamad Heir Daqneesh, ya había dicho en una entrevista con la agencia de RT Ruptly que la gravedad de las lesiones de su hijo había sido exagerada y que sus fotografías estaban siendo usadas con fines propagandísticos.