"Moscú observa tradicionalmente el proceso de expansión de la OTAN hacia nuestras fronteras con desconfianza y preocupación. Creemos que amenaza nuestra seguridad y el equilibrio de fuerzas en la región eurasiática. Por supuesto, la parte rusa está tomando todas las medidas necesarias para reequilibrar la situación, proteger sus propios intereses y garantizar su seguridad", afirmó Peskov a los periodistas.
La OTAN, prioridad para Kiev
La Rada Suprema —Parlamento ucraniano— dio luz verde el 8 de junio a una ley que define el ingreso a la OTAN como la prioridad de la política exterior del país.
A finales del 2014, los diputados ucranianos votaron para cancelar el estatus del país de no adhesión a bloques y adoptaron una nueva doctrina militar para poner a la antigua república soviética en camino hacia el ingreso en la OTAN. Kiev tiene hasta el año 2020 para garantizar la plena compatibilidad de sus Fuerzas Armadas con los estándares militares de la organización.
El entonces secretario general de la Alianza, Anders Fogh Rasmussen, advirtió que Ucrania necesitaría, probablemente, más tiempo para cumplir los criterios requeridos para convertirse en parte de la organización. Se estima que serán necesarios más de 20 años para que Kiev pueda cumplir con los criterios requeridos por la OTAN.
Además, la Alianza Atlántica no acepta países con conflictos internos en curso o disputas territoriales no resueltas.
Los opositores se oponen a los bloques
Olexandr Vilkul, representante del Bloque Opositor en la Rada Suprema, habló en contra de la participación de Ucrania en cualquier alianza político-militar y abogó por la reanudación del anterior estatus del país de no adhesión a bloques.
"Ucrania se encuentra en una encrucijada de mundos y civilizaciones. El único modelo viable para el país es la eterna neutralidad consagrada por la Constitución. Esto es lo que hicieron Austria y Suiza. Cualquier otro camino nos condenaría a la confrontación constante y al papel de 'zona colchón' eterna", consideró Vilkul.
Por su parte, Yuri Boiko, otro miembro destacado del Bloque Opositor, enfatizó que, en lugar de votar temas ideológicamente cargados, la Rada debe concentrarse en promulgar leyes que estabilicen la situación económica del país y mejoren el nivel de vida del pueblo ucraniano.
"Estamos seguros de que la OTAN no nos aceptará, ni siquiera considerarán nuestra solicitud porque, de acuerdo con su Carta, no aceptan a países con conflictos militares en curso. La votación de hoy fue solo un intento de alejar la atención de la gente de las cosas que realmente importan", lamentó Boiko.
Los conflictos deben continuar
"Estas personas [que avalaron el proyecto de ley] necesitan una situación en la que los conflictos, grandes y pequeños, duren para siempre. Por esa razón proponen cosas que no se pueden realizar", comentó Oleinik a Sputnik.
El político, además, consideró que la OTAN no tiene planeado aceptar a Ucrania como su miembro:
"Ucrania no se encontrará ni en la OTAN ni en la Unión Europea a corto plazo. Asociación sí, pero la membresía no", concluyó Oleinik.
Pérdida de soberanía
El político observó que el nuevo proyecto de ley va en contra de la Declaración de Soberanía Estatal de Ucrania, que consagra el estatus neutral del territorio.
"Unirse a la OTAN es absolutamente inaceptable para el pueblo de Donbás. La integración euroatlántica no es la 'elección civilizada de Ucrania' que están tratando de hacernos creer, sino que se trata de un camino hacia la pérdida definitiva de nuestra soberanía", destacó Medvedchuk.