Por otra parte, es poco probable que las medidas restrictivas afecten a la residencia del embajador de EEUU en el barrio de Arbat, en pleno centro de Moscú.
Paralelamente, las autoridades rusas no descartan otras medidas asimétricas, de acuerdo con Kommersant.
A finales del 2016, el Departamento de Estado de EEUU declaró personas no gratas a 35 diplomáticos rusos y ordenó el cierre de dos inmuebles de las misiones diplomáticas rusas en Maryland y Nueva York. El pretexto fue que habían sido usadas para acciones de espionaje.
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Sin embargo, en aquel momento, Vladímir Putin decidió no adoptar medidas similares contra EEUU con el objetivo de que, después de la investidura de Donald Trump, la política de Washington diera un giro de 180 grados. Como las expectativas de entonces no se han cumplido, Moscú baraja de nuevo acciones de respuesta.