El sistema de defensa de a bordo es un importante avance tecnológico ya que una gran parte de los misiles de crucero son de largo alcance, pero se desplazan a bajas alturas y a velocidades subsónicas.
De esta manera, son bastante vulnerables ante los sistemas de defensa aérea, incluidos tanto los más potentes como S-400 Triumf o Buk, como las versiones menos complejas como Pantsir S-1 y Tor. Mijéyev apuntó que el sistema de defensa de a bordo para misiles de crucero permitirá reducir esta amenaza.
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President-S detecta y rastrea misiles del enemigo con un rayo láser multiespectral para desactivar su sistema de guiado. Así, emite interferencias infrarrojas y de radioondas interrumpiendo el guiado de los misiles.
Según los desarrolladores rusos, este sistema protegerá a los helicópteros en, al menos, un 90% de los casos de ataque (un 98%, según las pruebas). Además, en 2017 el país eslavo suministrará 100 sistemas President-S a clientes extranjeros.