La sorprendente transformación se debe a una abundancia de fitoplancton en las aguas del mar Negro, bastante común durante los meses de verano en la región.
© NASA . Norman Kuring, NASA’s Ocean Biology Processing GroupImágenes registradas el 29 de mayo por el satélite Aqua, de la agencia espacial estadounidense, muestran un fenómeno que cambia parcialmente el color del Bósforo de su habitual azul oscuro a un brillante turquesa
Imágenes registradas el 29 de mayo por el satélite Aqua, de la agencia espacial estadounidense, muestran un fenómeno que cambia parcialmente el color del Bósforo de su habitual azul oscuro a un brillante turquesa
El fitoplancton se compone de organismos microscópicos que flotan en el ambiente acuático y producen su propio alimento a partir de la luz solar y de los nutrientes encontrados en el agua. El amplio flujo de agua de ríos como el Danubio y el Dnieper lleva nutrientes al mar Negro, razón por la cual a menudo se observa una gran concentración de fitoplancton en esa región.
En general, la presencia del fitoplancton es beneficiosa para los peces, los mariscos y otras criaturas marinas. Sin embargo, 'floraciones' grandes y frecuentes de estos organismos pueden llevar a la eutrofización —pérdida de oxígeno del agua— y acabar asfixiando la vida marina local.
#Bosphorus #Turquoise #Blue thanks to plankton explosion 🐬🐳🐬🐳🐬 pic.twitter.com/YHXW9EMiZU
— Diltra-Dilek Yazıcı (@dlkyzc) 16 de junho de 2017