"Brasil de forma general está interesado en vender oportunidades de inversión; Rusia es un socio comercial importante y la evaluación que hacemos es que el comercio está por debajo de lo que podría ser, hay mucho espacio para crecer", añadieron estas fuentes oficiales.
La relación entre ambos países se afianzó en foros internacionales como el G20 y sobre todo en las cumbres de los BRICS (el grupo que reúne a Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica), según el Gobierno brasileño.
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El presidente Temer en concreto "está muy familiarizado con Rusia" porque en la época en que era vicepresidente de Dilma Rousseff presidió la comisión de alto nivel Brasil-Rusia (el máximo órgano de coordinación política de la relación bilateral) y viajó al país en dos ocasiones, en 2011 y en 2015.
El sector agrícola y ganadero de Brasil es a día de hoy la principal locomotora de la economía del país y la buena cosecha de este año permitió en buena parte que el primer trimestre del año el PIB creciera el 1%.
En ese sentido Brasil valora especialmente que Rusia, que es uno de los principales países compradores de carne brasileña, no suspendiera las importaciones cuando estalló el escándalo de la carne adulterada el pasado mes de marzo.
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Tras el encuentro empresarial del martes 20 la comitiva brasileña dedicará el miércoles a las visitas institucionales, con reuniones con los presidentes de la Duma y del Consejo de la Federación.
Posteriormente se producirán los encuentros con Putin y con el primer ministro Dmitri Medvédev, además de un almuerzo oficial y una ofrenda de flores en la tumba del soldado desconocido.
Los viajes de Temer se dan en un contexto de relativa calma dentro de la crisis política que vive el país y que puso al presidente en una situación compleja después de que saliera a la luz un audio que evidenciaba que autorizó entrega de sobornos.
"Es un viaje que se estaba organizando desde hace meses, el objetivo es mantener el calendario de visitas y esta se considera estratégica", apuntaron los portavoces del Palacio del Planalto.
Anteriormente Temer fue absuelto de presunta financiación ilegal por el Tribunal Superior Electoral, lo que garantizó que pueda seguir gobernando.
En los últimos días intenta cumplir con su agenda oficial con normalidad, a pesar de que la gobernabilidad del país sigue estando amenazada por los reparos de algunos aliados de Temer a seguir apoyándole.