"A pesar de los escándalos de corrupción y de la baja popularidad de Temer, el Gobierno de (Vladímir) Putin, igual que el de Noruega le están atribuyendo legitimidad", explicó el experto.
"Para Temer es una visita importante porque se trata de una potencia como Rusia, se encontrará con Putin de igual a igual, de presidente a presidente", señaló el especialista.
Para muchos brasileños el Gobierno de Temer es ilegítimo porque el impeachment (juicio político), que derrocó a la expresidenta Dilma Rousseff (2011-2016) y lo llevó al poder, sería un "golpe de Estado" basado en acusaciones infundadas.
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Wrobel, sin embargo, considera que se siguió rigurosamente el proceso que marca la Constitución.
Al margen de las cuestiones internas, el académico espera que la visita a Rusia sirva para reforzar unas relaciones bilaterales que por ahora presentan resultados "por debajo de las expectativas".
Wrobel recordó que el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva (2003-2010) firmó en 2005 un acuerdo de relación estratégica con Rusia, que a pesar de sus buenas intenciones no dio muchos frutos palpables.
"A nivel comercial hay relaciones incipientes, se está intentando doblar el flujo comercial hasta llegar a los 10.000 millones de dólares, pero lo cierto es que las dos economías no están bien", remarcó el analista, que confía en que Brasil pueda comenzar a firmar acuerdos de exportación que vayan más allá del tradicional sector agrícola y ganadero, el motor de la economía del país sudamericano.
De todas maneras, la vista de Temer a Rusia y a Noruega estará marcada especialmente por los intereses en la energía, dijo el especialista, quien recordó que en Brasil ese sector se está abriendo y hay interés en que Moscú invierta más en esa área, especialmente en gas y en petróleo.
"Las reglas del juego se alteraron bastante con el Gobierno (de) Temer; Brasil se abrió más a las inversiones extranjeras", apuntó Wrobel, recordando casos simbólicos como el de los yacimientos del presal (petróleo bajo un campo de sal).
También se esperan acuerdos en defensa, tecnología espacial, militar, y telecomunicaciones, así como en materia de infraestructura, una de las asignaturas pendientes de Brasil a la hora de relanzar su economía, como reconocen constantemente las autoridades del país.
La primera jornada de Temer en Moscú estará dedicada a un seminario empresarial de captación de inversiones, mientras que la parte más institucional del viaje oficial tendrá lugar el día miércoles.
Ese día el líder brasileño se reunirá con Putin, con el primer ministro Dmitri Medvédev y con los presidentes de la Duma (cámara baja del Parlamento) y del Consejo de la Federación (cámara alta), según informaron a Sputnik fuentes del Gobierno brasileño.