De acuerdo con Dejevesky, a los representantes del "establishment" y a los medios de comunicación les encantaría "deshacerse de Trump", pero esto no es algo simple de lograr. El deseo expresado por el mandatario estadounidense de mejorar las relaciones con Rusia es una "política que enfureció a la élite", apuntó la columnista.
La periodista destacó que los oponentes de Trump ya han logrado conseguir "la cabeza" del consejero de Seguridad Nacional, Mike Flynn, dar fuerza a la idea de que "el presidente fue electo con la ayuda de un poder hostil" y asegurar una investigación formal del FBI para demostrarlo.
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Tales sucesos lograron crear una ola de especulación y hasta generar paralelismos con la destitución de Nixon después del escándalo de Watergate. Sin embargo, una cosa, según Dejevsky, es indiscutible: Trump es el presidente electo y no existe ni una sola prueba de que las cuentas de los sufragios en las elecciones pudieron haber sido manipuladas, destaca la autora.