"No voy a volver nunca a Uruguay, mi idea es volver luego a mi país, aquí la gente me recibió muy bien, como algunos uruguayos, pero acá estoy más tranquilo", dijo Alshebli al medio uruguayo Montevideo Portal.
Alshebli consiguió trabajo con un amigo en un local de ropa en esa ciudad brasileña y dice encontrarse mejor que cuando estaba en Uruguay.
El refugiado sirio aclaró a ese medio que se fue solo, su familia está en Salto, y que no tuvo problemas para salir de Uruguay.
Al ser consultado sobre si Alshelbi pierde los beneficios que el Gobierno otorga a los refugiados sirios al irse del país, Boffano afirmó que "él es uno de los hijos de la familia que está en Salto (norte) y los beneficios, que cada vez son menos, los recibe la familia".
"Nos dan una casa y 40.000 pesos al mes (unos 1.420 dólares), pero para 15 personas; pero no conseguimos trabajo", aseguró Alshelbi a Sputnik en abril cuando estaba acampando junto a otros refugiados sirios en la plaza Independencia, frente a la Torre Ejecutiva (sede del Gobierno), medida con la que reclamaban irse de Uruguay.
Boffano por su parte dijo que "cuando ellos decían que se querían ir del país lo que se les respondía es si consiguen una embajada que les dé la visa, como cualquier uruguayo que se quiere ir, está en la visa si te la piden; ellos tienen una documentación de viaje".
El pasado 26 de abril el secretario de Derechos Humanos de Presidencia, Nelson Villarreal, se reunió con representantes de los sirios que permanecían en la plaza Independencia y luego de esa instancia los refugiados decidieron volver a Salto, pero tres de sus hijos, mayores de edad, seguían en Montevideo con el objetivo de buscar trabajo.
Alshelbi aseguró que con los uruguayos no tiene problema, "es con el programa".
En 2014, Uruguay reasentó a cinco familias sirias, conformadas por un total de 42 personas, pero la ampliación de la iniciativa, que iba a llegar a 120 personas, se suspendió por problemas en la integración y su inserción en el mercado laboral.
El conflicto armado entre el Gobierno sirio y numerosos grupos de oposición y organizaciones terroristas estalló el 15 de marzo de 2011.
Según datos de la ONU, entre 300.000 y 400.000 personas perdieron la vida en el conflicto.