"Durante 2016, el Gobierno ruso bajo la dirección de Valdímir Putin orquestó ataques cibernéticos contra nuestra nación con el propósito de influenciar nuestras elecciones, eso está claro", dijo al testificar ante el Comité de Inteligencia de la Cámara de Representantes.
Johnson, quien ocupó el cargo entre 2013 y 2017, añadió que la pregunta que ahora debe hacerse el Congreso legislativo estadounidense es: "¿Qué vamos a hacer para proteger en el futuro a los ciudadanos estadounidenses y su democracia?"
No obstante, el exfuncionario dijo estar convencido de que los supuestos hackeos rusos "no alteraron las papeletas, el recuento de votos o la información de los resultados" de los comicios, en los que resultó ganador el candidato del Partido Republicano y ahora presidente Donald Trump.
La Agencia de Seguridad Nacional de EEUU, la CIA y el FBI publicaron en enero un informe acusando a Moscú de haber orquestado una campaña de influencia para minar la confianza en el proceso democrático en EEUU y reducir las opciones de la candidata del Partido Demócrata, Hillary Clinton, en las presidenciales de 2016.
Esta campaña de influencia, según el informe, habría sido aprobada al más alto nivel e incluyó hackeos, filtraciones y uso de medios de información y redes sociales pero no repercutió en el conteo de votos.
Tanto el Kremlin como el Ministerio de Exteriores ruso negaron rotundamente su implicación en los supuestos ciberataques.
Hasta la fecha, EEUU no ha presentado ninguna prueba que confirme la responsabilidad de Moscú.