Entre estas medidas sobresalen la activación de las relaciones entre Washington y los países del sudeste asiático, el despliegue de las tropas estadounidenses y la creación de alternativas a la influencia económica de China en la citada región.
Antes de realizar cualquier acción contra China, en Washington tienen que tener en cuenta que Pekín conoce todos sus planes mejor de lo que el país norteamericano está al corriente de las intenciones chinas, subrayó.
"A juzgar por las filtraciones a los medios de comunicación de EEUU, la red de inteligencia estadounidense creada en China está destruida en su mayor parte. En cambio, el país asiático tiene seguramente a algún agente infiltrado en el servicio de inteligencia de EEUU. Ya se conoce que, en el pasado, los agentes chinos pudieron infiltrarse en el Departamento de Estado", aseguró Kashin en declaraciones para Sputnik.
Según el analista ruso, Pekín no persigue el objetivo de hacerse con el 90% de la línea que limita las pretensiones chinas en el mar de China Meridional. Su meta real implica la captura de puntos clave y la creación de las infraestructuras necesarias en la citada zona.
Aparte de eso, las medidas propuestas por Ratner son poco factibles, dada la situación política de EEUU, opina Kashin.
El proceso de la toma de decisiones en Washington está paralizado por la lucha del presidente con la burocracia federal del Congreso. En tales condiciones, será imposible conseguir la redistribución de recursos.
"La Administración Trump se ve obligada a repetir la política de Obama, pero en forma más debilitada, a causa de su abandono del Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica".
Kashin considera que ni un solo país del sureste asiático está preparado para empeorar sus relaciones con China, incluso si cuenta con el pleno apoyo de EEUU.
"Aunque la política llevada a cabo por China no causa la admiración de estos países, parece más comprensible, consecuente y predecible que la de EEUU", prosigue Kashin.
El mar de China Meridional representa una ruta muy importante para la navegación marítima mundial y puede también albergar grandes depósitos de hidrocarburos. Por lo tanto, atrae un gran interés por parte de todos los actores regionales. Varias zonas del mar se las disputan China, Vietnam, Taiwán, Brunéi, Malasia y Filipinas. EEUU, por su parte, suele justificar el envío de sus equipos bélicos a la región en conflicto con el argumento de la 'libre navegación' y el 'mantenimiento de la seguridad'.
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