"Entre los lotes de la subasta (de la casa de remates Zorrilla) se encontraba una pieza que se asemejaba a la que fue robada en 2015; se puso en conocimiento de la justicia y la magistrada (Julia) Staricco determinó que había motivos suficientes para secuestrar esta pieza e investigar para despejar dudas y dar garantías a todas las partes", dijo a Sputnik el presidente del Comité de Prevención y Lucha contra el Tráfico Ilícito de Bienes Culturales de Uruguay, Nicolás Pons.
Según una fuente de la casa de subastas Zorrilla, esa pieza llegó hasta firma porque "la trae en consignación una persona para el remate".
"Aparentemente, una pieza habría sido robada de ese museo; la explicación (de Interpol) para frenar el remate fue que van a estudiar las piezas (pues) llamó la atención que en Uruguay hubiera objetos de tan alta calidad", señaló a esta agencia la fuente que no quiso ser identificada.
"Para el tipo de remate que suele haber en las casas del rubro en Montevideo, había elementos cuyo valor destacaba en comparación con otras subastas", aclaró Pons, también director del área de Cooperación Internacional del MEC.
Se trata de cerca de 60 objetos arqueológicos que se encuentran bajo custodia del Ministerio del Interior y con el resguardo de los técnicos del MEC.
Las autoridades de Interpol se excusaron de dar declaraciones hasta que concluya la investigación.