"Hay que tener cuidado con el relato mediático de Occidente porque puede engañar", advierte el analista internacional Damián Jacubovich acerca de cuál es el principal blanco del terrorismo yihadista: "No es Europa ni EEUU. El 60% de los atentados del siglo XXI lo sufrieron países musulmanes como Irak, Pakistán, Afganistán, Nigeria y Siria".
Este miércoles 21 la organización terrorista Dáesh hizo explotar la mezquita Al Nuri en el oeste de la ciudad de Mosul, en el norte de Irak. Lo hizo al retirarse de esa zona ante el avance del Ejército iraquí. Desde esa mezquita, Abu Al Bagadai, el líder yihadista, proclamó el 29 de junio de 2014 la formación del califato Estado Islámico.
A tres años de aquel día, su influencia en territorio sirio e iraquí es cada vez más acotada. Pero a pesar de esta debilidad, la organización sigue demostrando capacidad para organizar atentados en Londres, París o Bruselas, potenciando la sensación de inseguridad en el continente europeo.
"Hay muchos más sospechosos que agentes secretos de inteligencia para seguirlos. El último fenómeno que se viene dando y es aún más difícil de prevenir es el que se llama la radicalización furtiva. Una persona que sin haber profesado el islam, por un malestar social muy grande que padece, se radicaliza y se afilia a ISIS en uno o dos días", explicó Jacubovich.
A tres años de aquel día, su influencia en territorio sirio e iraquí es cada vez más acotada. Pero a pesar de esta debilidad, la organización sigue demostrando capacidad para organizar atentados en Londres, París o Bruselas, potenciando la sensación de inseguridad en el continente europeo.
"Hay muchos más sospechosos que agentes secretos de inteligencia para seguirlos. El último fenómeno que se viene dando y es aún más difícil de prevenir es el que se llama la radicalización furtiva. Una persona que sin haber profesado el islam, por un malestar social muy grande que padece, se radicaliza y se afilia a ISIS en uno o dos días", explicó Jacubovich.
