La empresa Aquazzura Italia SRL acusó a Ivanka de haber copiado de manera ilegal el diseño de los zapatos Wild Thing para crear sus Hettie. La acusación quería desde el principio hacer testificar a la hija de Donald Trump antes del juicio pero los abogados de Ivanka alegaron ante la jueza que no era necesario, según Bloomberg.
Lea más: Así se relaja Ivanka Trump después del trabajo (vídeo)
El abogado de la acusada, Darren Saunders, envió una carta a la jueza el 16 de junio alegando que la hija del presidente de Estados Unidos está demasiado ocupada atendiendo sus obligaciones "como miembro de alto rango del Gobierno" en la Casa Blanca como para testificar.
"La deposición de la señorita Trump sería una distracción innecesaria que repercutiría negativamente en sus actividades y obligaciones en la Casa Blanca", dice la misiva.
El zapato de la discordia
Ivanka Trump ha preferido lavarse las manos, sea el diseño o no un plagio, y se ha limitado a asegurar que no tomó parte en la confección de los Hettie.
"No he tenido nada que ver con la concepción, el diseño, la producción o la venta de los Hettie. Mi papel se limitó estrictamente a firmar los papeles de la línea de moda de la temporada después de que esta fuese aprobada por el equipo creativo de la compañía".
La acusación parece no creerse que el papel de la señorita Trump en la compañía se limite a funciones burocráticas. Los abogados citaron una entrevista que Trump concedió a un portal de moda en 2012 en la que aseguraba que no solo se limitaba a un papel meramente administrativo sino que "no había un solo zapato en cuyo diseño ella no hubiese tomado parte".
Lea más: Cartas sobre la mesa: el papel que realmente juega Ivanka Trump
Aquazurra concluye que Trump plagió a sabiendas el diseño de los Wild Things, cuyo precio asciende a los 785 dólares, para crear sus Hettie de 130 dólares.