Las protoestrellas —la etapa más temprana en la evolución de una estrella— son conocidas por generar poderosos chorros de gas que explotan en el espacio interestelar. El nuevo estudio reveló que los gases emitidos por la HH 212 son expulsados de sus polos como se fuesen proyectiles giratorios.
"Al parecer la estrella 'bebé' escupe una bala giratoria cada vez que toma un bocado de la hamburguesa espacial", señaló el astrónomo Chin-Fei Lee, del Instituto de Astronomía y Astrofísica de la Academia Sínica (ASIAA, por sus siglas en inglés) en China.
Las investigaciones permitieron a los científicos concluir que los chorros giratorios se encuentran muy cerca de la protoestrella central, lo que confirma los modelos teóricos de que esos gases se lanzan desde la parte más interna, ralentizando la rotación del disco de acrecimiento y permitiendo que el protoastro se alimente de su 'hamburguesa espacial'.