Algo huele mal en un lugar, cuando celebran por todo lo alto la presunta eliminación por parte de EEUU del líder de Al Qaeda, Bin Laden (de la que en ningún momento se presentaron evidencias), pero cuando es Rusia quien elimina al líder de Daesh, o lo ponen en tela de juicio, o directamente no lo reconocen.
Morales Delgado analiza los motivos por los cuales ocurre esto. Explica que "los medios de comunicación en Occidente son empresas en búsqueda de beneficios, y no sólo financieros, sino también políticos, militares e industriales. Y ese es el problema, que Rusia es considerada por las empresas del ultra capitalismo salvaje financiero europeo y norteamericano, como el gran enemigo, y no se le reconocerá jamás nada positivo. Y menos a la valiente actitud que tomó de intervenir militarmente en Siria (a pedido del Gobierno de Bashar Asad)".
El analista alude a la reacción en los países occidentales ante la muerte de Bin Laden durante la administración Obama.
"Lo que está claro es que mientras el mundo se emocionó y aplaudió, y se hicieron películas, libros, reportajes, tertulias, etc., sobre el asesinato de Bin Laden por un grupo de SEALs de EEUU, la muerte de al-Baghdadi, mucho más carnicero que Bin Laden, y así quedó demostrado en muchas de las capitales europeas, incluyendo San Petersburgo, no ha recibido precisamente el mismo eco. ¿Por qué? Porque no fue asesinado por la 'superpotencia universal indiscutible'. Esto es la evidencia clara de que 'no me digas qué has hecho, sino quién lo ha hecho'", incide el periodista.
El también asesor en conflictos internacionales explica que, tanto en EEUU, como en Europa, a través de medios alternativos, el público "comienza a hacerse una idea (de la realidad) y se mantienen indignados, pero (los medios alternativos) son percibidos por el resto de la sociedad como radicales".
"El rebaño está recibiendo sus dosis diarias de soma (la droga que aparece en la novela Un mundo feliz de Aldous Huxley), y las está asumiendo con corrección", sentencia el experto.
"Porque ellos (los dueños de los medios) se han dado cuenta de la importancia del control de la información, y los telediarios en España no abren con estas cuestiones (como la muerte de Al Baghdadi), sino más bien con las contrarias, contando las bondades y las santidades del imperio y de las organizaciones que les sirven como el FMI, el Banco Mundial o la Reserva Federal. Son muy pocos en la tierra, sobre todo en la occidental, los que saben lo que realmente está ocurriendo", concluye Gustavo Morales Delgado.