"Resulta que para Acidianus todo es diferente. Este tipo de comportamiento lo podemos comparar con la minería: si la extracción de los minerales cuesta más de lo que se gana a través de su venta, incluso el depósito más rico no tiene ningún valor", explica Everett Shock, uno de los investigadores de la Universidad de Arizona.
El territorio del parque nacional de Yellowstone es uno de los hábitats más extremos del mundo. Por lo tanto, los organismos vivos que se abrigan allí son capaces de soportar las condiciones más 'infernales', tales como las altas dosis de la radiación y calor, entre otras.
"Al sacar los Acidianus del agua, les propusimos tres tipos de alimentos: hidrógeno y azufre, hidrógeno y hierro, y azufre y hierro. Para nuestra sorpresa, los microbios se cultivaron mejor de la fuente de energía más pobre", profundiza Shock.
Este tipo de comportamiento de los arqueas no es común en el mundo vivo. Los microbios fueron capaces de 'digerir' los tres tipos de los productos químicos, pero por alguna razón optaron por hidrógeno y azufre, la reacción entre los cuales requiere del mínimo de energía.
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Esto, por su parte, implica que los Acidianus voluntariamente ceden el paso a otros microorganismos que pueden obtener energía de las reacciones entre hidrógeno y azufre, y azufre y hierro, y, en consecuencia, multiplicarse más rápido.