Según la Fiscalía, los trabajadores de las instituciones médicas realizaban operaciones ilegales de trasplante de órganos a ciudadanos extranjeros.
Como donantes fungían ciudadanos egipcios necesitados de dinero.
En particular se llevaban a cabo operaciones de trasplante de riñón.
Los médicos trabajaban utilizando intermediarios que hallaban clientes en el exterior y los llevaban a Egipto.
Según la investigación, una operación de este tipo costaba al extranjero entre 80.000 y 120.000 dólares, mientras que el donante solo recibía 10.000-15.000 libras egipcias, equivalentes a 550-830 dólares.
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Las operaciones se llevaban a cabo sin los permisos especiales que otorga el Alto Comité de Trasplante de Órganos en instituciones médicas no especializadas de El Cairo.
Los investigadores conocen de 29 operaciones de trasplante de riñones.
Se informa que a consecuencia de las acciones del grupo criminal murió una donante egipcia y tres pacientes extranjeros.
