El Consejo de Cooperación para los Estados Árabes del Golfo (CCEAG) es un organismo que fue creado en 1981 bajo el patrocinio de Riad y que representa a las así llamadas OTAN, UE y ONU árabes. Esta organización reúne a los países más ricos de la región y, de hecho, ejerce como portavoz de todos los Estados árabes en la arena internacional.
No obstante, la existencia misma de la organización corre ahora peligro. Las fuerzas centrífugas y las diferencias de intereses de los Estados árabes que forman parte del CCEAG amenazan con destruirlo.
El incidente de Catar
El conflicto en torno a Catar es tal vez el ejemplo más evidente de esta diferencia de enfoque, opina Gevorg Mirzayán, profesor asociado del Departamento de Ciencias Políticas de la Universidad de Finanzas de Rusia.
Recientemente, Arabia Saudí, Bahréin y EAU presentaron un ultimátum de 13 puntos que Catar ha de cumplir para restablecer sus lazos con las naciones árabes.
"Es probable que solo tres países que forman parte del CCEAG [Arabia Saudí, EAU y Bahréin] voten a favor de la exclusión de Catar de la organización", opinó el analista Leonid Isáev en una entrevista con Sputnik.
Con todo eso, el politólogo subrayó que, aparte de Catar, esta iniciativa sería rechazada por Kuwait y Omán. Estos dos Estados árabes se posicionan desde hace mucho tiempo en el campo de la neutralidad y evitan enemistarse con otras naciones de la región.
Además, tanto Kuwait como Omán colaboran con Irán, de manera que es completamente justo suponer que ambos temen que, tras el bloqueo de Catar, estos países sean los siguientes en ser castigados por Riad.
Problemas con Emiratos Árabes Unidos
Riad tiene serias discrepancias con este país árabe, ya que Abu Dabi juega en el lado opuesto del tablero de ajedrez en el conflicto en Yemen, escribe Gevorg Mirzayán.
Además, Catar ha entablado buenas relaciones con Irán porque la mayor parte de las importaciones no declaradas proceden precisamente del país persa.
De esta manera, de todos los países del CCEAG, solo Bahréin comparte una política basada en el principio del juego de suma cero que Arabia Saudí aplica con relación a Irán.
"Resulta que, en su intento de presionar a Catar, Arabia Saudí está jugándose todo a una carta. Si Riad no logra demostrar su fuerza y conservar sus alianzas con otros países de la región, el CCEAG comenzará a resquebrajarse", escribe el profesor.
¿Quién y qué gana con el debilitamiento del CCEAG?
Otro beneficiario será Turquía, opina el politólogo.
"Ankara tiene relaciones difíciles con Arabia Saudí, cuya influencia en la región de Oriente Próximo impide a Turquía consolidar la suya. Es la razón por la que el CCEAG en su estado actual no es muy atractivo para Ankara. Y por eso las autoridades del país otomano buscan debilitar a la institución a través de su colaboración con Catar", escribe.
Por su parte, Moscú solo está interesada en que se cree un equilibrio de fuerzas e intereses sobre el cual cada país de la región intente buscar el apoyo de Rusia para poder consolidar sus posiciones.
El pasado 5 de junio, Arabia Saudí, Bahréin, Egipto, EAU y varios otros países rompieron relaciones diplomáticas con Catar por su presunto apoyo al terrorismo.