"Como bien dijo la representante del órgano ministerial queda prescrita la pretensión punitiva estatal en los presentes autos", afirmó el juez federal Márcio Assad Guardia, quien decidió aceptar el miércoles la solicitud del Ministerio Público que pidió que se cerrara el caso porque los presuntos delitos han prescrito, informó el portal brasileño G1.
En abril pasado, cuando salieron a la luz las declaraciones de los ejecutivos de Odebrecht, el expresidente Cardoso, líder del conservador Partido de la Social Democracia (PSDB), dijo "Brasil necesita transparencia y la Operación Lava Jato está poniendo las cartas sobre la mesa; yo no tengo nada que esconder".
El presidente del consejo de administración de la constructora, Emílio Odebrecht, dijo a la Justicia que las campañas electorales de Cardoso en 1993 y 1997 recibieron dinero irregular en forma de donaciones de la compañía, lo que motivó la apertura de la investigación.
El expresidente Cardoso está retirado de la vida política, pero continúa siendo presidente de honor del PSDB (el principal partido que apoya al Gobierno de Michel Temer).
En sus últimos pronunciamientos públicos, Cardoso pidió que Temer tuviera un "gesto de grandeza" y presentara su dimisión, contrariando a parte de su partido, que sigue prestando apoyo a Temer a pesar de que está denunciado formalmente por corrupción.
Odebrecht dio más de 700 millones de dólares en sobornos a altos funcionarios en varios países para hacerse con al menos 100 proyectos de infraestructura pública en los últimos años, los cuales le representaron cerca de 12.000 millones de dólares en beneficios.
La Operación Lava Jato se inició en marzo de 2014 para investigar una trama de corrupción construida alrededor de la empresa semiestatal Petrobras, lo que ha provocado detenciones de decenas de políticos y empresarios.