"La restauración (de las regiones afectadas) ya la debatimos antes: la Unión Europea podría desempeñar un papel importante –y hasta clave– en ese aspecto después de la implementación de los acuerdos de Minsk", dijo en rueda de prensa.
Desde abril de 2014 Ucrania mantiene una operación militar en las provincias orientales de Donetsk y Lugansk, donde se proclamaron repúblicas populares en respuesta al violento cambio de gobierno ocurrido en Kiev en febrero del mismo año.
Los acuerdos de Minsk, suscritos en septiembre de 2014 y en febrero de 2015, sentaron las bases para una solución política del conflicto pero no han derivado hasta ahora en el cese de la violencia cuyo resultado la ONU estima en unos 10.100 muertos.