La Armada del Ejército Popular de Liberación utilizará la base para misiones en África y Asia occidental, incluyendo operaciones de mantenimiento de la paz, asistencia humanitaria, así como para luchar contra la piratería, señala Andréi Kots, columnista de Sputnik.
"De esta manera, las Fuerzas Armadas de China se están preparando para asegurar su presencia militar en el extranjero a largo plazo", opina el autor.
Interés económico
"Todo el mundo es consciente de la importancia geográfica de Yibuti. En este país hay bases militares de EEUU, Alemania, Italia, España. De hecho, Yibuti vive de la renta de su costa", explica a Sputnik Ígor Korótchenko, editor en jefe de la revista Natsionalnaya Oborona.
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La elección de Yibuti como lugar de su primera base militar extranjera indica que China ha invertido en el desarrollo del continente africano mucho dinero y ahora quiere garantizar su seguridad, opina Kots.
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En el golfo de Adén existe un grave problema de piratería. Los barcos chinos también han sido atacados varias veces, añade Korótchenko.
"Por último, una presencia militar permanente en África permitirá a China ejercer una importante influencia en los países de interés económico", explica.
Capacidad expedicionaria
A principios de esta semana, China envió a la costa de Yibuti su novedosa plataforma de desembarco MLP 868 Donghaidao y el buque de asalto anfibio del proyecto 071 Jinggangshan.
El buque de asalto anfibio Jinggangshan, por su parte, es capaz de realizar cuatro tareas diferentes al mismo tiempo: desplegar unidades militares, recibir helicópteros, ser centro de mando y hospital flotante. El barco tiene capacidad de 1.000 paracaidistas, cuatro helicópteros, cuatro aerodeslizadores y 20 vehículos de combate blindados.
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"China está prestando cada vez más atención al uso de sus Fuerzas Armadas para la protección de sus intereses extranjeros, es decir, intereses que se encuentran lejos de las fronteras de China. Se trata principalmente de África y Oriente Próximo. El gigante asiático aprende a solucionar tales problemas como la evacuación de los ciudadanos chinos del territorio en guerra, protección de algunas instalaciones, participación en operaciones antiterroristas", comenta a Sputnik Vasili Kashin, investigador del Instituto de Oriente Lejano de la Academia de Ciencias de Rusia.
"Todo esto sugiere que China está creando una poderosa fuerza expedicionaria", añade el analista.
Planes para el futuro
Según el columnista, China podría desplegar unos centros logísticos en Tayikistán, Pakistán y Afganistán. Aunque estos países de Asia Central y Meridional están lejos de ser estables, a través de ellos Pekín tiene la intención de construir su tramo de la nueva Ruta de la Seda.
Además, muchos analistas no descartan la aparición de nuevas bases chinas en el océano Pacífico. En particular, desde 2014, el Gobierno chino está llevando a cabo las negociaciones con las autoridades de Papúa Nueva Guinea. La presencia constante de la Armada china en este país permitirá a Pekín controlar una gran parte del sudoeste del Pacífico, así como seguir de cerca las bases militares estadounidenses en la región, concluye Kots.