"Los representantes del Cuarteto de Oriente Medio —Rusia, EEUU, la UE y la ONU— están profundamente preocupados por la creciente tensión y fuertes enfrentamientos dentro y alrededor de la Ciudad Vieja de Jerusalén", dice el comunicado.
Además, los representantes de Rusia, EEUU, la UE y la ONU afirmaron que las acciones violentas contradicen la solución pacífica del conflicto palestino-israelí.
El 14 de julio tres atacantes, que eran árabes con pasaportes israelíes, abrieron fuego contra la policía israelí cerca de la Puerta de los Leones en el casco antiguo de Jerusalén, hiriendo de muerte a dos agentes, e intentaron escapar hacia la Explanada de las Mezquitas, pero fueron abatidos.
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En esta zona de Jerusalén, conocida también como el Monte del Templo, se encuentran dos de los templos más importantes del islam: la mezquita de Al Aqsa y la Cúpula de la Roca.
Las autoridades israelíes cerraron por dos días el acceso a la Explanada tras el ataque, y cuando lo reabrieron el 16 de julio, instalaron a la entrada detectores de metales.
Las precauciones impuestas contribuyeron a crispar el ambiente no solo en Jerusalén sino también generaron protestas en Cisjordania y Gaza.
La escalada de violencia del 21 y el 22 de julio dejó cuatro palestinos muertos en Jerusalén y centenares de heridos.
Además, un palestino oriundo de la ciudad de Qalquiliya, en los territorios ocupados, apuñaló este lunes a un árabe israelí de 32 años en la ciudad de Petah Tikva, confundiéndole a la víctima con un judío, de acuerdo a datos policiales.