"El 27 de julio el Departamento de Estado ordenó la salida (de Venezuela) de los miembros de las familias y autorizó la salida voluntaria de los empleados del Gobierno estadounidense de la embajada de EEUU en Caracas", dice un comunicado del ente.
En el documento el Departamento de Estado disuade también a los estadounidenses de viajar a Venezuela por "disturbios sociales, crímenes violentos y la carencia general de alimentos y medicamentos".
El dictamen fue abolido pero los partidarios de la oposición se lanzaron a la calle para exigir la dimisión de los jueces del Tribunal Supremo y la celebración de los comicios anticipados y también para protestar contra la convocatoria a Asamblea Constituyente.
A causa de disturbios más de un centenar de personas murieron, según los últimos datos.