El Ejército ruso aprobó el uso para el servicio del novedoso sistema Verba en 2014. El nuevo sistema dispone de mejoras en comparación con su antecesor, el conocido MANPADS Iglá —Pincho, en ruso—.
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El Verba está adaptado para derribar blancos aéreos de cualquier tipo, en especial, los blancos pequeños como drones y misiles de crucero situados a más de 6 kilómetros y a una altura superior a los 4 kilómetros.
El nuevo sistema es también capaz de abatir blancos que vuelen a una velocidad de entre 1.150 y 1.440 kilómetros por hora, lo cual representa un considerable avance tecnológico frente al sistema Iglá —desarrollado en los años setenta—.
La innovación más importante radica en su misil, el 9K333, que dispone de tres sensores infrarrojos con diferentes frecuencias, lo que permite ignorar los falsos blancos térmicos y resistir a los sistemas deliberados de interferencias láser.
Finalmente, los Verba pueden incorporarse en el sistema automatizado de la defensa antiaérea como una unidad táctica y recibir datos de radares de mayor tamaño y potencia.
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