Según el diario, la situación más grave se observa en el aeropuerto de Sídney en el que la gente tiene que esperar incluso fuera del edificio.
Las autoridades reforzaron la seguridad en la instalación desde el jueves y extendieron la medida el sábado al resto de los principales aeropuertos del país.
Todo ocurre después de que la policía previniera un atentado en un avión de pasajeros al arrestar a cuatro sospechosos que, según algunos datos, planeaban detonar un artefacto explosivo.
Las autoridades creen que el atentado fue planificado por el grupo terrorista Daesh (autoproclamado Estado Islámico y proscrito en Rusia y otros países) ya que los cuatro sospechosos no tendrían los conocimientos necesarios.
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El periódico The Australian, por su parte, afirmó que los detenidos pretendían atacar a los pasajeros con dióxido de azufre, un gas tóxico que produce asfixia.