"El diálogo entre el Gobierno sirio y los kurdos adquirió un rumbo correcto que tiene un impacto positivo en la cooperación militar en varias áreas, y lo que ocurre en Al Raqa y Deir Ezzor lo comprueba", dijo a Sputnik.
"Además, en el norte y el este de la provincia de Alepo, también en Idlib, los kurdos y el Ejército sirio coinciden en que las fuerzas turcas (en Siria) son ilegales y por tanto las fuerzas de ocupación".
La intervención militar turca provocó el rechazo de Damasco, que acusó a Ankara de vulnerar la soberanía nacional, y de los kurdos sirios porque, a su juicio, la operación apuntaba contra ellos más que contra los grupos yihadistas.
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Turquía considera a las unidades sirias kurdas un brazo del Partido de Trabajadores del Kurdistán, PKK, prohibido en el país.